jueves, 1 de marzo de 2012

Imanes en la heladera; ¿son peligrosos para la salud? 2023


Una gran confusión causó la difusión de un estudio realizado con ratones que fueron sometidos a experiencias de alimentación obtenidas de heladeras cubiertas con imán en su parte exterior. El resultado arrojó la premisa de que un alto porcentaje de estos animalitos podrían padecer cáncer tras consumir dichos alimentos provenientes de la heladera o refrigerador "influenciada" por las ondas electromagnéticas de los imanes.

Pero esta afirmación es totalmente falsa y carece de argumentación. Los imanes no emiten radiaciones ya que no producen ondas electromagnéticas. Los imanes sólo generan un pequeño campo magnético, del orden de micro Teslas. Además, hay que agregar que la puerta metálica de la heladera estaría funcionando como escudo, motivo por el cual, no habrá ningún tipo de campo magnético del otro lado.

Por otra parte, para que un alimento se viera afectado, debería estar vivo. A menos que se guarde un pollo o una vaca viva en la heladera, difícilmente podrán recibir dichas "ondas cancerígenas".

Hay que entender que existen las radiaciones electromagnéticas y también los imanes, pero no se relacionan entre sí. El imán posee un campo magnético, pero dichos campos no emiten radiaciones. Los imanes tampoco afectan a cosas que no son ferromagnéticas, o sea, a todo aquello que no es atraído por imanes, un ejemplo, el hombre. Los alimentos tampoco son ferromagnéticos. Por estas razones podemos argumentar que los efectos de un imán sobre una lechuga o sobre el hombre, son inapreciables.

En realidad, estamos rodeados de otros aparatos que sí deberían preocuparnos: tales como la onda de radio que emite la televisión, el celular, la luz infrarroja, los rayos X, los rayos gamma, etc.  Los imanes tampoco emiten radiación electromagnética. Así que a despreocuparse y seguir colocando esos bellos adornitos en la heladera.

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