Consumir alimentos vencidos, es decir, aquellos que han alcanzado su fecha de caducidad, puede llegar a ser peligroso para nuestra salud. Interiorizarnos sobre el tema nos ayudará a conocer los riesgos y saber qué podemos hacer para evitar que lleguen a esta etapa.
Alimentos perecederos vs. no perecederos
Los alimentos frescos, los perecederos y aquellos que tienen un riesgo microbiológico tienen como medida de seguridad una fecha de caducidad. Luego de esa fecha no deberán consumirse porque pueden estar en mal estado, presentar bacterias patógenas y ocasionar daños a nuestra salud.
En cambio, aquellos alimentos poco perecederos que tienen menor probabilidad de desarrollar bacterias tienen una fecha de consumo preferente. Son aquellos que dicen “consumir antes del”.
Entre este tipo de productos encontraremos los que vienen en lata, la harina, el vinagre, el queso, las pastas, los embutidos, los cereales, las galletitas, el huevo, el aceite, el vino, entre otros. Estos alimentos son duraderos y estables; si bien con el tiempo suelen estropearse, no significan un riesgo microbiológico para nuestro organismo.
Un consumo responsable
Efectuemos una compra coherente. La mejor forma para protegernos y no tener que desechar alimentos posteriormente es planificar las cantidades de los productos que vamos a comprar.
Es necesario chequear siempre la fecha de caducidad de cualquier producto. Si su fecha es de consumo preferente, existen algunos indicadores que pueden advertirte que no deben ser consumidos (color, olor, etc).
Conservemos bien los alimentos. Podemos guardar los alimentos teniendo en cuenta su conservación; por ejemplo, aquellos que necesitan de la cadena de frío mantenlos en la heladera. La mayoría de las intoxicaciones son producidas por el consumo de alimentos en mal estado por no haber sido bien conservados o fueron manipulados. Recordemos que, una vez que el alimento llega a nuestra casa, la responsabilidad de su empleo dependerá de nosotros.
Tengamos cuidado al descongelar los productos. Si el proceso de descongelación no lo realizamos de manera adecuada pueden sufrir de una contaminación bacteriana.
Evitemos abrir la puerta de la heladera si no es necesario. Si tenemos un corte de luz, los alimentos guardados se mantendrán en buen estado alrededor de 4 horas. Luego de ese tiempo, es preferible que no los consumamos ya que existen riesgos de contaminación.
Controlemos la temperatura. El aumento o las oscilaciones de temperatura son el principal problema para la correcta conservación de los alimentos. Esto se debe a que los microorganismos crecen rápidamente entre los 5ºC y los 60ºC. La temperatura ideal para conservar los alimentos en forma adecuada es de entre los 2ºC y los 6 ºC.
